sábado, 16 de abril de 2016

lectura "La rosa"


"La rosa"


Frente a sus alumnos, todos ellos universitarios, aquellas brillante profesional disertada en su cátedra. Por lo interesante que sus enseñanza, su clase era la más concurrida; esto provocaba que muchos alumnos escucharan la clase de pie, ante la insuficiencia de pupitres.

Cuando hablando de los valores y virtudes que distinguen al ser humano, mucho hacía mención de la gratitud, que no era otra cosa sino la memoria del corazón, volcada ante el bien recibido.

En innumerables ocasiones puso como ejemplo su particular caso: las penurias que vivió en su paupérrima etapa de estudiante. Hoy, cuando era reconocida como una de los más brillantes abogados del país, también reconocía la invaluable ayuda que recibiera en el pasado, de aquella nobilísima mujer.

-Una buena porción de pan y un aguado café, siempre lo obtuve de mi amado ángel guardián- comentaba la catedrática-. Podría pensarse que era poco; pero en las condiciones de miseria en que yo vivía, era el mejor engaño que yo le podía hacer a mi vacío estómago. Pero sobre todo, el hecho de que me brindara a que viejo catre y ella durmiera en u desvencijado sofá, merecerá mi gratitud siempre. Deseo resaltar algo –contenido la abogada- esta filantrópica dama: “ningún parentesco tenia conmigo”
Los alumnos escuchaban atentos aquel relato, embellecido por el dominio del lenguaje.
-Tres preocupaciones llenaban la vida de la noble mujer- precisa la profesional-; primeramente, dejarme mi desayuno; después, colocar diario en la iglesia, una rosa a su santo preferido y, por último, recoger y vender el periódico. Sin embargo, la vida no me dio oportunidad de colmarla de bienes, una vez que obtuve el éxito. Un día enfermó y murió.
Por sus ojos conmovidos, era evidente que el recuerdo la emocionaba, sin poder evitarlo.
-Si su oración devota era una rosa- siguió comentado la joven profesional- hoy, diariamente llevo dos rosas; una, es su nombre, a la iglesia; otra, en mi agradecimiento, a su tumba.
La clase concluyó y, como siempre, a la salida los alumnos vertían su entusiasmo sus comentarios, lo que reflejaba que la enseñanza había trascendido a la propia vida de aquellos jóvenes. 



Reflexión: 
Muchas personas tiene dificultad para dar algo de lo muchos que tienen o, de lo que necesitan, porque olvidaron agradecer lo que por necesidad un día recibieron; no aprendieron que la gratitud es la memoria del corazón.
Agradecer lo que nos dan los otros es algo que requiere aprenderse. Si alguien te brinda su ayuda no te sientas mal, no es humillante recibir apoyo, acéptalo no seas orgulloso y muestra tu gratitud.
Jamás olvides el bien que te hagan y muchos menos aquien te lo dio.
¿A quién le has dicho que estas agradecido por algo que te haya dado? 
Comentario del padre: 
La lectura es muy cierta y te hace reflexionar y de la pregunta, si he agradecido a todas las personas que de alguna forma me han ayudado ya sea física, material y emocional.
Ejemplo: Mis padres, mis hermanos, mis amigos, etc. 
Comentario del alumno: 
Me parece que es muy cierta la lectura pues no es mal recibir ayuda de los demás al contrario es un honor pues están contribuyendo a alcanzar tu meta.

A mí en lo personal me han ayudado muchas personas y estoy muy agradecida con ellas pues han sido parte de todo lo que he logrado.

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